domingo, 7 de septiembre de 2008

Perdón y olvido


Estoy al límite entre lo que fue y lo que va a ser. Hoy partiré, mañana nadie sabrá más de mí. Tomaré ese camino tantas veces rechazado, sin miedo, con esperanza. Antes de decidir que me iba le di una última oportunidad al pasado. Miré atrás y grité con toda mi fuerza.

Acompáñame
Acompáñame
Puta madre, acompáñame

Pero nadie escuchó mi voz, esa voz cuyo eco todavía es capaz de hacer enternecer a quienes la escuchen, capaz de desgarrar corazones, capaz de hacer que la gente se acerque a despedirme con una lágrima. Pero que yo ya no escucho, y tú tampoco.

Mi único equipaje son dos jarrones vacíos. Dos pesados jarrones que harán que el camino sea más largo y cuya carga hará que muchas veces quiera regresar, pero que necesito llevar conmigo para algún día poder volver. Sé que no podré mirar atrás en mucho tiempo, a pesar de lo lastimados que puedan estar mis pies y el dolor que me generen las heridas de mis manos. Necesito que el sol vuelva a quemar mi piel, volver a sentir frío, poder volver a calmar mi sed; eso que ya no siento y que sé que el día que haya terminado mi viaje volveré a sentir. Entonces, cuando haya llegado, me bañaré en la primera fuente de agua que encuentre, curaré mis heridas, limpiaré mi cuerpo de todo y recordaré lo que era sonreir. Llenaré estos dos jarrones con esa agua y te los regalaré el día que te vea, si es que algún día te vuelvo a ver.

2 comentarios:

DarkMalava dijo...

Deje los jarrones en tu casa, mañana les pinto el cielo

(mongolo, se puede saber x que michi no has posteado nada en mi blog principal y si en el de mis ventas?)

Josefo dijo...

Porque en ese tenías lo que necesitaba, y yo necesito muchas cosas.